Este instrumento ayuda en varios tipos de trastorno que implica los tendones, tanto los que son a consecuencia de esfuerzos repetitivos como lesiones deportivas.
Esta técnica es un tratamiento exitoso y eficaz contra lesiones en los tejidos blandos, ya sean crónicas o agudas y post quirúrgico.
Consiste en suavizar el tejido muscular para estimular el flujo sanguíneo. También conocido como «raspado muscular». El raspado ablanda el tejido cicatricial para estimular el flujo sanguíneo. En otras palabras, el raspado suaviza el tejido para poder manipularlo mejor. Como resultado, aumenta el flujo de sangre y restaura el movimiento.
Este tipo de técnica beneficia a las personas que sufren de inflamación. También se pueden tratar otras afecciones comunes como fascitis plantar, dolor en la parte inferior de la espalda, dolores de cabeza, codo de tenista, codo de golfista y dolor de rodilla.
La técnica de Graston no es sólo para los atletas. Puede ayudar a restaurar músculos, ligamentos y tendones tensos y tirados.